Luz, arquitectura y vida.
En los ojos de mi nieta Lucero se refleja una ventana. Ella llegó al mundo y ahora el mundo entra en ella. Del otro lado de la ventana hay una ciudad y Lucero recibe todo este fenómeno con sus brazos bien abiertos.
En la ciudad hay propósitos y despropósitos, eso mi nieta no lo sabe aun, a ella le fascina la luz, le crea una vital expectativa.
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